Grita mi nombre
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El campero malagueño, un bocadillo sencillo y tradicional, es el protagonista de Fundido, la marca que fusiona lo global y lo local de este producto y que busca expandir su popularidad más allá de Málaga.
Creamos una identidad y un estilo de comunicación dinámicos, gráficos en forma de pegatinas con ilustraciones vintage y humor, además de una dirección de arte enfocada en una estética urbana y callejera para darle potencial como franquicia. Todo ello pensado para elevar a la nueva “generación campero”.
Proyectos
Gracias Rafa
Muévete libre
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Si el pintxo o el cachopo, a pesar de su origen tan distintivo y su consumo local, han triunfado más allá de sus territorios, ¿por qué no el campero malagueño? Esto fue lo que se plantearon la familia de empresarios Borrego, cuya afición por este bocadillo a la plancha, tan propio del día a día malagueño, les ha llevado a lanzar una franquicia para darlo a conocer fuera de Málaga, en su versión original con ingredientes del campo (de ahí, su nombre), pero también fusionándolo con otros sabores y culturas. Y así surgió Fundido, un nuevo concepto de consumo del campero con un estilo urbano y callejero.
Dos de las premisas más importantes de este proyecto eran la creación de una marca y un estilo de comunicación con potencial como franquicia y la puesta en valor de un producto local con mucha identidad, sencillo y cotidiano, pero revisado con nuevos ingredientes de gastronomías de otros lugares y dirigido a una nueva “generación campero”. En Narita nos encargamos no solo de generar el naming y un eslogan con este objetivo: REfundimos el campero, sino también de crearle una imagen con un estilo fresco, divertido, urbano y callejero.
Para Fundido, en Narita nos planteamos crear un universo muy amplio de marca que fuera un poco más allá de una identidad flexible, desplegándose en elementos de naturalezas muy diferentes que en conjunto contribuyeran a transmitir una imagen muy sólida, urbana y fresca, al estilo de otras franquicias de su nicho como Vicio o The Fitzgerald Burger.
Así, aparte de que el logotipo tiene un carácter líquido y puede aplicarse de una manera flexible y dinámica, diseñamos numerosas piezas gráficas a modo de pegatinas con reminiscencias ochenteras, que incluyen desde ilustraciones con una estética de dibujos animados vintage a mensajes que refuerzan la personalidad canalla y divertida de la franquicia como: Chorreón (en referencia al fundido), Mucha Marcha o Fun. Toda esta gráfica la trasladamos a la experiencia de consumo, incluyendo tanto su aplicación en el local como en los envases, bolsas, servilletas y manteles.
A nivel de comunicación visual, trabajamos la dirección de arte de la fotografía y de los videos, destinados a la web o a las piezas para redes sociales, desde un enfoque que busca seducir a la nueva “generación campero” a través de unos modelos, una estética, una música y una edición con unos códigos ligados a la comida rápida, urbana y callejera. Tanto estas imágenes como la gráfica la continuamos trabajando para las redes sociales de Fundido, ya que nos encargamos de sus contenidos a nivel visual y de texto.
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